jueves, 11 de octubre de 2018

Soneto



El Pensarte

En un páramo gris y solitario
se halla un pensamiento vago.
Grita sin pulmones, corre sin pies,
susurra suspiros sin boca tener.

Parásito del páramo perdido,
pensarlo provoca un palpitar.
Un palpitar allá en lo abismal,
surge la primavera en el nevar.

De aquel cristalizado solado,
germina aquel pensar, invade.
Se adueña de éste, florece.

Del palpitar a todo el cuerpo,
flores se acomodan en el talle.
Es así, como un amor invade.